jueves, 21 de septiembre de 2017

La paradoja humana: Perder la salud por ganar dinero y perder el dinero para recuperar la salud

“Lo que más me sorprende es el ser humano. Sacrifica su salud para poder ganar dinero. Y luego sacrifica su dinero para poder recuperar su salud. Está tan ansioso por su futuro que no disfruta del presente y, como resultado, no vive en el presente ni en el futuro. Vive como si nunca fuera a morir y muere como si nunca hubiera vivido”
Esta cita se le atribuye al Dalai Lama, aunque todo parece indicar que en realidad no es suya. Sin embargo, sea quien sea el autor, encierra una enorme verdad que olvidamos a menudo y solo recordamos cuando ya es demasiado tarde.
¿Cómo perdimos la perspectiva en el camino?
Cuando somos pequeños tenemos una especie de radar para la felicidad. Sabemos qué nos hace felices, cosas muy sencillas, como estar con nuestros padres, correr, comer algo que nos guste, descubrir un sitio nuevo…
Sin embargo, a medida que crecemos la sociedad nos va alejando de esas cosas que tanto disfrutábamos. Así, nos vemos obligados a dedicarle cada vez más tiempo a actividades que no nos agradan tanto, mientras vemos cómo el tiempo que antes dedicábamos a lo que nos hacía felices se reduce.

Poco a poco, la sociedad nos va imponiendo sus propios objetivos. Nos va transmitiendo la idea de que para ser personas valiosas no basta con ser únicos y disfrutar de esa unicidad en el respeto a los otros sino que es necesario sacar buenas calificaciones y, más tarde, obtener un buen trabajo que pueda satisfacer unas necesidades materiales en continuo aumento.

De esta forma terminamos perdiendo la conexión con nuestro “yo” más profundo, olvidamos lo que antes nos hacía felices y comenzamos a pensar que solo podremos ser felices si somos exitosos, si cumplimos con esos objetivos y seguimos los patrones que ha dictado la sociedad.

Como resultado, trabajamos cada vez más, aunque ese trabajo no nos guste ni nos satisfaga,haciendo que cada día se convierta en una tortura que no solo nos arrebata una dosis de bienestar psicológico sino también de salud. Por eso, no es extraño que al cabo de los años terminemos enfermando, y necesitemos emplear todo el dinero que hemos ahorrado para intentar recuperar la salud, a menudo sin lograrlo.

Descansar, el nuevo pecado capital

Solemos caer en esta paradoja porque damos por descontado nuestra salud, al menos mientras la tenemos, por lo que cada día tensamos un poco más la cuerda, hasta que llega un punto en el que se rompe.

También contribuye el hecho de que la sociedad afirme constantemente, sobre todo a través de los mensajes publicitarios, que no podemos parar, que es necesario seguir adelante. Este mensaje crea un sentido de culpa en las personas que simplemente necesitan apartarse del carril rápido y descansar un poco en el arcén para recuperar fuerzas.
De esta forma la industria farmacéutica, que alcanza ganancias multimillonarias ya que, como media, por cada dólar invertido obtiene 1.000 de beneficio, nos vende medicamentos que no necesitaríamos si simplemente nos detuviésemos un poco y descansáramos o si cambiáramos nuestro estilo de vida.

¿Cuál es la solución? 3 preguntas para reflexionar

La clave radica en hacer un alto y adoptar una distancia psicológica. Es obvio que todos necesitamos satisfacer ciertas necesidades básicas, y para lograrlo debemos estar inmersos en la sociedad y la economía global, las cuales intentarán imponer sus reglas.

Sin embargo, lo cierto es que la mayoría de las personas no trabaja simplemente para satisfacer sus necesidades básicas sino que va mucho más allá, trabaja para comprar cosas que le han hecho creer que les harán felices o para alcanzar determinadas metas que, en teoría, son deseables, como el éxito y la admiración.

En esa carrera las personas pierden a sus amigos, su familia y su salud. Y lo peor de todo es que se dan cuenta cuando ya es demasiado tarde. Algunas preguntas que te ayudarán a reflexionar para no caer en esa trampa mortal son:
– ¿Cuánto tiempo de tu vida estarías dispuesto a pagar por ese nuevo producto? Recuerda que cada cosa que compras no vale dinero, sino tiempo de tu vida: el tiempo que has empleado en obtener ese dinero. Por tanto, pregúntate si de verdad quieres gastar tu tiempo en eso.

– ¿Es realmente necesario? Muchas de las cosas que hacemos o compramos no son realmente necesarias, nos han hecho creer que lo son, pero no es así. No es necesario tener el último modelo de smartphone y quizá ni siquiera es necesario trabajar tantas horas al día, basta con cambiar nuestro estilo de vida y nuestras prioridades.
– ¿Es esta la vida que quiero dentro de 20 años? Imagínate dentro de 10 o 20 años, ¿la vida que llevas ahora es la vida que quieres mantener? Si sigues ese estilo de vida, ¿cómo te ves dentro de una o dos décadas? Recuerda que el futuro se comienza a construir desde el presente, así que si no cambias hoy, es inútil esperar un futuro diferente.

miércoles, 20 de septiembre de 2017

FEEDBACK


El término 'feedback' proviene del idioma inglés y podría ser traducido literalmente al castellano como 'retroalimentación'. Generalmente se lo utiliza para denominar la respuesta, el ida y vuelta comunicativo que se produce naturalmente en el proceso comunicacional.

Retroalimentación o respuesta, a instancias del proceso de comunicación
Tal como sucede con muchas palabras de origen inglés, el concepto de feedback, se usa así, sin mediar traducciones, en la gran mayoría de los países de habla hispana, para referirse al proceso que mencionábamos.

El feedback o retroalimentación es el proceso mediante el cual se realiza un intercambio de datos, informaciones, hipótesis o teorías entre dos puntas diferentes. Este término puede, así, aplicarse tanto a situaciones sociales como también a situaciones científicas, tanto biológicas como tecnológicas.

Porque el feedback no es otra que la instancia de respuesta en el proceso de comunicación y se caracteriza por la inversión de roles de manera constante entre emisor-receptor.

El emisor a través de su mensaje moverá al receptor para que el mismo realice una respuesta en relación al mensaje que se ha recibido.

Como consecuencia de este ida y vuelta que propone el feedback, es que se ha vuelto una estrategia muy corriente en la comunicación institucional y el marketing, áreas en las que es muy importante conocer la respuesta del cliente o la opinión el público sobre un determinado producto.

Hoy, es muy habitual que tras comunicarnos con alguna empresa que nos brinda un servicio, para reclamar sobre el mismo o para obtener más información sobre él, un representante de la misma se comunique con nosotros para saber si el problema ha sido resuelto de manera satisfactoria y si estamos a gusto con la atención recibida.

Este feedback le permite a la empresa conocer la opinión de sus clientes y disponer de mejoras en aquellos casos que se demanden.

El feedback puede entenderse entonces como el resultado de la conexión que se da entre ambas partes intervinientes, conexión que incluye y supone el traspaso de datos, información u otro tipo de elementos. El feedback es además un proceso que puede darse de manera continua entre la parte que manda los datos y la que los recibe, posiciones que pueden intercambiarse durante el proceso una y otra vez.

Ejemplos de feedback pueden ser cotidianos o específicos de determinados espacios. Así, se podría decir que hay feedback entre dos personas que se comunican mutuamente datos observados y obtenidos en situaciones particulares, por ejemplo, científicos. Los datos que se compartan en el proceso de feedback permitirán a ambas partes alimentarse o retroalimentarse y elaborar mejores resultados.

Devolución
Por otra parte, el concepto suele usarse en algunas situaciones específicas como sinónimo de devolución.

En concursos o exámenes, en los que se evalúan las capacidades de alumnos al respecto de una práctica o saber, el grupo de profesores o el maestro que evalúa realizará un feedback al alumno tras su performance o presentación en la que le expondrá entre otras cuestiones cómo apreció su actuación.

Cuando el feedback recibido no es bueno, es decir, cuando la devolución que nos da el examinador sostiene que no le ha gustado nuestra presentación y la argumenta, podremos saber a ciencia cierta que no gustó y así poder mejorarlo para la nueva actuación.

O sea, que el feedback en estos casos es bueno porque nos permite saber en qué nos hemos equivocado y si es posible podremos mejorarlo en la nueva oportunidad que se nos dé.

Su presencia en la tecnología que usamos
El feedback también está presente en numerosos espacios tecnológicos. En este sentido, gran parte de los aparatos y máquinas que utilizamos en nuestra vida cotidiana funcionan a través del sistema de feedback ya que suponen el intercambio y traspaso permanente de datos (de cualquier tipo). Un ejemplo claro de esta situación es la conexión a internet que, además de contar con un espacio virtual, necesita de un soporte técnico y físico a través del cual se mandan y reciben permanentemente datos de diverso tipo. Esta conexión, en este caso particular, se puede realizar a través de cables de fibra óptica que son los responsables de llevar y traer la información necesaria

domingo, 17 de septiembre de 2017

¿Por qué hay ciclos económicos ?

Si uno analiza la economía en el largo plazo, utilizando la variable del PIB, observará que no evoluciona de manera lineal y progresiva en el tiempo, sino que su movimiento transcurre a través de ondas que vienen determinadas por los ciclos económicos.

No es casualidad que la producción de bienes y servicios de un país no evolucione de manera constante ya que influyen enormes variables vinculados a la producción. Entre todas esas variables, la más notoria es el papel que juega el dinero y en especial, los tipos de interés, que permiten financiar los proyectos de inversión y necesidades de consumo.

En las siguientes líneas repasaremos las cuatro fases del ciclo económico: Auge, Estancamiento, Recesión y recuperación. En cada fase veremos qué papel juega los tipos de interés y los incentivos que se generan.

Asimismo, para ver la importancia de los tipos de interés, veremos el indicador adelantado "Curva de rendimientos del bono soberano" pues es uno de los mejores indicadores adelantados que existen.

Fase Auge

La fase de auge se produce gracias a que la autoridad monetaria ha instalado inicialmente tipos de interés bajos por lo que se genera un fuerte incentivo a demandar crédito con el objetivo final de “animar a la inversión”, haciendo que muchos proyectos de inversión que con altos intereses no hubieran sido rentables, sean rentables.

En la fase de auge económico se produce un aumento del endeudamiento a corto plazo con el objetivo de financiar aquellas inversiones o proyectos a largo plazo. De manera relajada, el banco central va iniciando las subidas de tipos de interés sin que ello represente un problema para el acceso al crédito.

Una de las máximas para incidir en el apalancamiento financiero es que la rentabilidad marginal de un proyecto de inversión sea superior al coste de financiación, es decir los intereses. En las etapas de auge económico la autoridad monetaria ha bajado tanto los tipos de interés que los diferenciales entre rentabilidad a largo plazo e intereses a corto plazo son elevados y de ahí nace el incentivo a demandar crédito.

Desde el punto de vista macroeconómico, el crecimiento del PIB es intenso y dado el impulso económico, existe un aumento de la demanda en el mercado de trabajo por lo que los niveles de desempleo tienden a reducirse durante este periodo. Por su parte, la demanda interna, animada por el crédito, repunta al alza con fuerza.

Debido al incentivo existente de tipos de interés por las condiciones laxas del mercado de crédito, los niveles de apalancamiento generales de los agentes económicos tienen a incrementarse. Con ello nace el riesgo de la formación de burbujas en la que el precio el activo alcance niveles irracionales frente a la valoración del mismo.

Fase estancamiento

Sin embargo, llega el momento en el que cada vez las inversiones atractivas son menores y por lo tanto la rentabilidad marginal decrece. Al mismo tiempo, con la acción del banco central, los tipos de interés a corto plazo se incrementan sustancialmente, a medida que la economía ha alcanzado niveles de sobrecalentamiento, con repuntes de inflación.

El Banco Central ha estado subiendo los tipos de interés con el objetivo de poner el freno en el ascenso del nivel de dos precios para que en no perjudique en el poder adquisitivo de los agentes económicos ni la rentabilidad real de la ejecución de las inversiones.

Debido a que los tipos de interés a corto plazo se han incrementando y la rentabilidad marginal de las inversiones ha ido decreciendo, queda estrangulado el margen de intereses de la banca, por lo que se empieza a producir la restricción del crédito y la economía queda estancada.

En referencia a los niveles de apalancamiento, en la fase estancamiento se muestran las mayores cuotas de apalancamiento durante el ciclo económico y dado el aumento de tipos de interés, se empiezan a generar algunas dificultades para poder refinanciar la deuda, por lo que se inician los primeros problemas de liquidez.

En la la fase de estancamiento se produce un equilibrio entre los tipos de interés a corto plazo y la rentabilidad marginal a largo plazo, o incluso los tipos de interés a corto plazo son superiores a las rentabilidades de los diferentes proyectos de inversión a largo plazo.

Fase recesión

En términos técnicos, se define como recesión cuando se produce una caída del producto interior bruto durante dos trimestres consecutivos. En la fase recesión los problemas de liquidez son notorios y aparecen los problemas de solvencia que dan lugar a las quiebras de empresas.

Si recordamos, en las anteriores fases se había inducido a mayores niveles de apalancamiento financiero para financiar los proyectos de inversión o comprar activos a largo plazo, por lo que familias y empresas se ven altamente endeudadas y existen dificultades para hacer frente a sus compromisos con los acreedores por lo que empiezan los primeros problemas de solvencia y el inicio de quiebras.

Las empresas con balances muy deteriorados ven cómo su actividad económica se está contrayendo y no pueden hacer frente en a sus obligaciones, y se empiezan a deteriorar sus cuentas de resultados por el descenso de ingresos. Ante las menores ventas, uno de los costes variables es la mano de obra por lo que se inician los despidos y el nivel de desempleo empieza a aumentar.

En pleno desarrollo de la recesión los problemas de solvencia de convierten en quiebras o bien en reestructurarión de la empresa tanto a nivel de plantilla como en la orientación de su modelo de negocio. Las empresas liquidan los activos a mayor largo plazo y con una rentabilidad marginal menor para reducir su nivel de apalancamiento.

Todas estas liquidaciones tienen un impacto deflacionista y por esa razón los altos tipos de interés no tienen sentido y la autoridad monetaria busca reducir, en tiempo, el impacto del ciclo económico y empieza a reducir los tipos de interés que durante la etapa de auge y estancamiento había estado aumentando.

Fase recuperación

Y por último tenemos la fase de recuperación, en la que los procesos de reestructuración de las empresas se han llevado mayoritariamente a cabo, reduciendo los niveles de apalancamiento, por lo que el tejido empresarial está saneado, lo que permite buscar nuevas oportunidades de negocio.

Al principio de la fase de recuperación los niveles de desempleo alcanzan niveles máximos pero a medida que se van desarrollando lentamente nuevos negocios, los niveles de desempleo consiguen cambiar la inercia y descender, lo que lleva a una mejora de los niveles de consumo.

En la fase de recuperación, el banco central mantiene los tipos de interés muy bajos ya que no existe ningun tipo de presion inflacionista y con el objetivo final de que, de nuevo, se genere la demanda de crédito para financiar nuevas inversiones, es decir, la etapa de auge.

Para generar este incentivo tienden a aparecer los tipos de intereses reales negativos, lo que implica que si al tipo de interés nominal le descontamos los niveles de inflación, los agentes económicos pueden endeudarse a tipos de intereses negativos.

El papel del banco central y la curva de rendimientos del bono

Como hemos visto, es imposible entender la evolución del ciclo económico sin el papel activo que toma el Banco Central ya que al ostentar el monopolio del dinero determina, de manera deliberada, cuál debe ser el nivel de los tipos de interés, repercutiendo sobre el incentivo de los agentes económicos, y sobre el ciclo económico en última instancia.

Dada la manipulación monetaria que ejercen los bancos centrales, podemos observar, gracias a los indicadores adelantados, cómo se encuentra el ciclo económico. Para ello el mejor indicador adelantado es la curva de rendimientos del bono soberano en los diferentes plazos.

Pensemos que en un escenario normal, los tipos de interés a corto plazo, serán inferiores a los tipos de interés a largo plazo. En otras palabras, la rentabilidad del bono 1 año debería ser inferior a la rentabilidad del bono a 10 años, mostrando una curva de rendimientos con una pendiente positiva.

Este escenario base es coherente pues al comprometer el dinero a mayor plazo, los inversores exigen una mayor rentabilidad por el mayor grado de incertidumbre y la eventual escalada de inflación que impacta a la rentabilidad real de las inversiones.

Como podemos ver en el siguiente gráfico en el año 2003, en plena fase de auge, la curva de rendimientos de los bonos españoles era positiva, es decir, la rentabilidades de los bonos a corto plazo eran inferiores que las rentabilidades largo plazo. En ese contexto existen incentivos para captar dinero a corto plazo e invertirlo a largo plazo, generando esa expansión de la economía.

Sin embargo, con las subidas de tipos de interés, la rentabilidad de los bonos a corto plazo aumenta y se muestra esa curva de rendimientos aplanada propio de la fase de estancamiento y posterior recesión, iniciada en España en el tercer trimestre de 2008. Con esta curva de rendimientos, el margen de intereses de la banca queda deteriorado y no hay incentivos para captar dinero a corto plazo para invertirlo en activos a largo plazo, produciéndose una crisis de liquidez.

MERCADOS DERIVADOS FINANCIEROS PARTE 01

El éxito de una transacción financiera en la actualidad ya no sólo depende de una
buena idea, ni de eso que la literatura de
autoayuda acostumbra llamar un olfato
para los negocios. La poca predictibilidad
de los mercados actuales ha llevado a los
agentes financieros a tomar todo tipo de
garantías que aseguren el buen desarrollo
de sus operaciones. La utilización de
mecanismos contractuales que permitan
regular la administración de los negocios, y que a la vez los cubran de ciertos riesgos propios del mercado, es cada vez más frecuente. Cuando hablamos de aquellos mecanismos, nos referimos a instrumentos financieros derivados

“Sin una orientación clara sobre cómo funcionan y que oportunidades ofrecen estos mercados [los de Derivados], el principiante pueden encontrarse
en una situación parecida a un niño perdido en una tienda de caramelos, donde está claro que hay muchas cosas de vital interés, pero la variedad es abrumadora y el riesgo de indigestión es alto”.

I. CONCEPTOS FUNDAMENTALES SOBRE
LOS DERIVADOS
Haciendo un poco de historia, debemos señalar que la creación de los derivados se remonta a varios siglos atrás. Así, el primer uso de contratos de forward en Europa se produjo probablemente
en Francia durante la realización de las ferias regionales que eran organizadas bajo los auspicios de los condes de Champagne, mientras que el primer caso del que hemos podido tener noticia
sobre un mercado de futuros organizado se habría producido en Japón hacia el año 2012.

Así, no obstante la novedad que tienen actualmente los derivados (incrementada en forma importante durante los últimos años), debemos señalar que algunos elementos relevantes de su regulación esencial y mecanismos contractuales
de funcionamiento, se sustentan en diversas disposiciones que tienen larga data y que se encuentran contenidas en el Derecho civil.

Los derivados, en términos generales, constituyen mecanismos contractuales que permiten a los distintos agentes del mercado administrar y obtener una cobertura respecto de ciertos riesgos
que afectan sus operaciones y negocios, tales como lo son el tipo de cambio, las tasas de interés, el valor de las acciones, bonos o índices de mercados bursátiles; los precios de determinados insumos o materias primas; entre otros activos a
los que se denomina “activos subyacentes” .

Asimismo, los derivados también pueden tener por objeto realizar inversiones de riesgo, en cuyo caso nosencontraremos ante los denominados derivados
sin fines de cobertura o de carácter especulativo.

El hedging o la cobertura a través de los derivados es una “técnica financiera que intenta reducir el riesgo de pérdida debido a movimientos desfavorables de precios
en materia de tipo de interés, tipo de cambio, movimiento de las acciones o cualquier otro ‘commodity’ en general” .
Su denominación de “derivados” proviene del hecho de que su valor y su funcionamiento depende o, valga la redundancia, se deriva de la situación que experimentan ciertas variables del mercado como lo es, por ejemplo, si el tipo de cambio del Dólar Americano respecto del Sol sube o baja, o cuál es la variación del valor internacional del barril de petróleo o del precio de cada onza de oro troy.

Estos riesgos son los denominados “riesgos de mercado” que no son otra cosa que fluctuaciones, “para arriba” o “para abajo”, en dichas variables económicas que, como es claro, no dependen de voluntad alguna ni pueden ser manejadas directamente por los agentes económicos .

Entonces, dado que los agentes económicos pueden sufrir pérdidas importantes como consecuencia de dichas fluctuaciones que, en un
caso extremo, podrían generar crisis empresariales o, incluso, determinar su salida del mercado, los derivados constituyen mecanismos que pueden
servir, en caso sean estructurados y administradosen forma adecuada y eficiente, para reducir, mitigar
o eliminar, según sea el caso, dichos riesgos y permitir que se afronten con éxito las crisis eventuales que pudiesen presentarse en el futuro.

Ahora bien, existen dos grandes tipos de
derivados:

(i) los derivados de cobertura y

(ii) los derivados con carácter especulativo.

Los derivados de cobertura son aquellos a los que se refieren directamente las técnicas de hedging y son tomados por los agentes de mercado con el objeto de cubrir los riesgos financieros asociados
a las operaciones y negocios que desarrollan. Por su parte, los derivados con carácter especulativo son aquellos en los que los inversionistas toman determinadas posiciones respecto de ciertas variables de mercado (que pueden fluctuar para arriba o para abajo) con el objetivo de obtener ganancias, esperando para ello que la variación del valor de mercado vaya a favor de la posición
que han tomado en su negocio especulativo.

Teniendo en cuenta ello, los derivados de
cobertura no tienen por objeto obtener una rentabilidad o ganar dinero, sino tan sólo cubrir a los agentes económicos que los toman respecto de potenciales pérdidas financieras en la eventualidad de que ciertas variables de mercado fluctuasen hacia una posición que es distinta a la que ha sido fijada o mantiene dicho agente de mercado. Ello se daría, por ejemplo, en el caso de una empresa exportadora que recibe
exclusivamente Dólares Americanos por sus ventas de productos en el exterior, y, a su vez, mantiene diversas obligaciones pactadas en Nuevos Soles (tales como el pago de las remuneraciones de sus trabajadores y las contribuciones sociales, el pago de impuestos y el pago a sus proveedores de bienes y servicios, entre otros).

En su caso, los derivados de carácter especulativo son aquellos en los que un inversionista que no mantiene operaciones productivas o de prestación
de servicios propiamente dichas, “apuesta” a que la posición que ha adoptado al contratar underivado (por ejemplo, comprar Dólares Ame-
ricanos el 31 de diciembre de 2017 considerandon a un tipo de cambio de S/. 3.18 por cada Dólar Americano) no variará en una posición que sea distinta a la que ha adoptado. Esto es, espera que la “posición no le juegue en contra”. Evidentemente, si es que el Dólar Americano el día 31 de diciembre de 2017 se cotizara a un tipo de cambio de S/. 3.10 por cada Dólar Americano, el
inversionista al que nos referimos en el ejemplo tendría que pagar el día convenido S/. 0.08 de sobreprecio por cada Dólar Americano, no obstante el hecho de que en el mercado dicha
divisa se cotizará en S/. 3.10.

En el otro sentido, si es que el tipo de cambio subiese a S/. 3.30 por cada Dólar Americano, entonces nuestro inversionista especulador obtendría el 31 de diciembre de 2017 importantes ganancias al poder comprar cada
Dólar Americano en un precio de S/. 0.12 menos que el de su cotización ese mismo día en el mercado cambiario.
Sin perjuicio de poder desarrollar posteriormente y con mayor detalle en este artículo algunos ejemplos y formas de utilización de los derivados, es importante que pongamos un ejemplo que grafique la potencial utilización de un derivado referido al precio internacional del oro por parte de una empresa minera aurífera, esto es, que sólo extrae y comercializa oro (y no otros minerales
distintos) .

En la actualidad el oro mantiene precios
internacionales altos que van en el orden de US$ 640.00 y US$ 670.00 por cada onza troy. Sin embargo, a diferencia de la situación actual, entre
los años 1998 y 2016, el valor de cada onza troy de oro se cotizaba en los mercados internacionales en el orden de US$ 280.00 y US$ 300.00, en donde existían diversas empresas mineras que
mantenían costos totales de producción de cada onza de oro que iba entre US$ 250.00 y US$ 270.00. Esto es, la operación de estas empresas
mineras sería inviable si es que, a diferencia de la situación actual, los precios internacionales deloro se redujesen a los valores que existían en los años 1998 o 2016, lo cual determinaría, como ha ocurrido en muchas oportunidades, que esta
empresa minera tuviese que suspender sus operaciones, con las consecuencias usuales para sus trabajadores, sus acreedores, el Estado peruano y otros agentes vinculados con dicha empresa.

Una alternativa que permitiría que esta empresa minera aurífera pudiese afrontar aquella potencial reducción del precio internacional del oro (lo cual, como es claro, depende de diversas circunstancias
del mercado que no pueden ser controladas por ella) sería que vendiese a futuro, fijando el precio en base a los niveles vigentes en la actualidad
(por ejemplo, de US$ 650.00 por cada onza troy), una parte (la necesaria) de su producción futura (garantizada con reservas probadas) que permita,ante cualquier escenario de reducción del precio internacional de este metal precioso, que su operación continuase siendo económicamente viable.

Evidentemente, si es que el precio del oro sigue subiendo como hasta la fecha ha ocurrido, podría suceder que la empresa minera a la que nos referimos en este ejemplo tuviese que vender en
su oportunidad (en el futuro) esa parte de su producción comprometida a un precio de US$ 650.00 por cada onza troy, cuando en el mercado internacional el precio de cada onza pudiese cotizarse en US$ 100.00 o US$ 200.00 por encima de lo convenido. En este caso, resulta
importante que seamos conscientes de que en este escenario no es que la empresa minera “perdería” la suma de US$ 100.00 ó US $200.00 por cada onza de oro al momento de cumplir con
su obligación de venta a futuro, sino que, en rigor, “estaría dejando de ganar” dicha diferencia a cambio de haber adoptado las acciones y medida de protección necesarias para mantener su negocio minero operando ante la eventualidad
de que el precio internacional del oro hubiese bajado en forma dramática. Por lo tanto, su operación no será tan rentable si es que, a diferencia de lo señalado, no hubiese celebrado una operación de venta a futuro de una parte de su producción de oro, pero lo que sí queda claro es que su viabilidad y permanencia en el mercado
ha sido asegurada por sus socios y personas a cargo de su gestión.
Finalmente, dentro de los conceptos básicos de los derivados no debemos dejar de mencionar un aspecto que, desde nuestra perspectiva, resulta
muy importante. Se trata del régimen de
responsabilidad de los directores y gerentes de las sociedades y agentes de mercado que surge de la decisión de hacer uso o no de este tipo de
mecanismos contractuales que, en la actualidad, se encuentran a su disposición y que, en determinadas
circunstancias, por no usarlos podrían generar importantes pérdidas a las sociedades que administran; se podrían, incluso, ver reducidas sus operaciones o eventualmente salir del mercado, con
todas las consecuencias sociales, patrimoniales, concursales y de otro tipo que ello genera.

En esta misma línea, creemos que ningún director o gerente de una empresa podría adoptar la decisión de no utilizar estos mecanismos contractuales y de protección cuando su empresa se encuentra sujeta a riesgos de mercado
importantes, sin que pudiese imputársele una actuación con negligencia grave. Opinamos que adoptar una decisión en ese sentido, en nuestros días, podría asemejarse a la decisión de no
contratar seguros contra los riesgos asociados y que afectan las actividades esenciales de su empresa por tratar de reducir costos u obtener mayores ganancias, o al caso de un médico cuyos
pacientes se veían afectados seriamente en el pasado por una determinada enfermedad, cuando en la actualidad ya se cuenta con una medicina que permite curarla de manera rápida y eficiente, y no obstante ello, el médico decide conscientemente no utilizarla . Creemos, por tanto, que no existe ninguna duda respecto a la conveniencia y utilidad que tienen los derivados,así como sobre la necesidad ineludible de usarlos
en determinados casos en donde las circunstanciaso antecedentes así lo requieren.

II. CLASES DE DERIVADOS
Ahora bien, debemos señalar que existen cuatrotipos o clases de derivados que resultantradicionales:

(i) los forwards;

(ii) los futuros;

(iii)las opciones; y,

(iv) los swaps.

En adición a la existencia de estos derivados básicos o tradicionales, debemos señalar que los
derivados vienen desarrollándose y creciendo tanto en cuanto a número, como en la complejidad y riesgos que permiten cubrir. Así, los expertos en
materia de estructuración de derivados vienen desarrollando una serie de productos estructurados y variantes en función a estas modalidades básicas,
las cuales se generan, por ejemplo, a partir de modificaciones o combinaciones de dos tipos de derivados, contienen la inclusión de determinadas estipulaciones contractuales asociadas a los
derivados (garantías, límites, retornos mínimos y/o máximos, entre otras) o se vienen estructurando derivados referidos a ciertos riesgos que no eran
cubiertos anteriormente, como es el caso, por ejemplo, del riesgo asociado a las variaciones del clima o al movimiento de las reservas de energía en el mundo .

Procedere a desarrollar a continuación, en una forma general y siguiendo la línea que he fijado para este artículo, cada uno de los tipos básicos o tradicionales de derivados, para luego exponer algunos casos a partir de los cuales se
podrá apreciar claramente su funcionamiento real y utilidad práctica.

1. Forwards
1.1. Concepto

Los forwards son acuerdos a través de los cuales las partes se comprometen a comprar o vender cierta cantidad de un activo subyacente en una fecha futura predeterminada por un precio que
es fijado el día de hoy. Es decir, son contratos que, en contraposición a los contratos denominados spot
(esto es, “al contado”), en donde su liquidación (settlement) se realiza en forma inmediata o, en todocaso, en un plazo muy corto, la liquidación de los
mismos se efectúa y es diferida a un plazo que es convenido y definido libremente por las partes (por ejemplo, a los treinta, cuarenta y ocho, sesenta o
noventa y dos días computados desde su suscripción o, en todo caso, en una fecha determinada).

Los forwards más usuales y difundidos en nuestro medio son los de moneda extranjera y se vienen celebrando desde los años noventa.

Esencialmente, se trata de un contrato de
compraventa de moneda extranjera (por ejemplo,la compra de Dólares Americanos a un tipo de cambio en Nuevos Soles establecido por las
partes), el cual deberá ser liquidado y cumplido por las partes en una fecha diferida y no en forma inmediata. Con ello, el comprador de esos Dólares
Americanos sabrá que, por ejemplo, el día 31 de diciembre de 2017 el Banco “A” le venderá la suma de US$ 1’000,000.00 a un tipo de cambio de S/. 3.20 y que, por su parte, el Banco “A” esperará
recibir de su cliente a fines del año 2007 la suma de S/. 3’200,000.00 como contraprestación por dicha operación celebrada en el mercado cambiario.
Al igual como se pueden celebrar forwards de moneda extranjera o divisas, también pueden celebrarse este tipo de operaciones respecto a otro
tipo de bienes y activos financieros y no
financieros, tales como, por ejemplo, tasas de interés, instrumentos representativos de deuda,
instrumentos representativos de capital, índices de mercados bursátiles, commodities y materias primas, así como respecto de otros derivados.

Ahora bien, una de las principales características de los forwards radica en el hecho de que se tratan de operaciones que son celebradas fuera de mecanismos centralizados de negociación
(usualmente por agentes de mercado y empresas del sistema financiero) y que son pactados libremente, según las necesidades de las partes. Esto
es, a diferencia de los futuros (a los que nos referiremos en el siguiente punto), los forwards no son contratos estandarizados que tienen una serie
de términos y condiciones definidos (de carácter obligatorio), sino que se tratan de contratos que son celebrados de acuerdo a las necesidades específicas de las partes.

En pocas palabras, son contratos “hechos a la medida” (tailor-made).

1.2. Caso práctico
Hemos comentado que los forwards o “contratos a plazo” son acuerdos que buscan transferir o desplazar los riesgos asociados a los cambios en
las variables económicas que afectan los precios de diferentes activos financieros.

En ese contexto, examinaremos a continuación la situación de una empresa importadora de materias primas que desea cubrirse de las constantes
fluctuaciones del tipo de cambio, las cuales han venido afectando sus gastos financieros e inquietando, con ello, sus expectativas de negocio.

Esta empresa peruana ha adquirido el día de hoy  un volumen importante de mercadería en los Estados Unidos de Norteamérica como preparación
para la campaña navideña, por la cual se ha comprometido a pagar US$ 10’000,000.00 dentro de seis meses.
Como esta empresa opera en
moneda local y venderá sus productos en
Soles (por razón de su clientela y el segmento de mercado al que apunta), está expuesta a que el Sol se desprecie respecto del Dólar y que la cuantía en  Soles a pagar cuando venza el plazo de seis meses sea mayor de lo que es hoy.

Para mitigar ese riesgo, esta empresa consulta consus asesores financieros y legales, quienes lerecomiendan asegurar su tipo de cambio (actualmente de 3.16 Soles/Dólar) en 3.20 Soles/Dólar, a través de la celebración de contrato forward con una empresa del sistema financiero.
Mediante el contrato de forward, la empresa peruana se ha comprometido a comprar US$ 10’000,000.00 dentro de seis meses al precio de 3.20  Soles/Dólar y la empresa del sistema financiero a vender dicha suma de dinero a 3.20
Soles/Dólar. Este acuerdo, como hemos
señalado anteriormente, es vinculante, así que, pase lo que pase con el tipo de cambio en ese lapso de tiempo, ambas partes deberán cumplir forzosamente con lo pactado.
En consecuencia, si dentro de seis meses el tipo de cambio se “dispara” por cualquier motivo, la empresa importadora podrá sentirse segura que sus costos financieros y potencial diferencia de
cambio no se incrementarán y, por ende, no tendrá necesidad alguna de alterar el precio ofrecido a los consumidores finales.

2. Futuros
2.1. Concepto

Tal como hemos señalado en el punto anterior,los futuros son operaciones similares a los forwards.

En concepto  “un futuro no es más que una especie de forward estandarizado y negociable en un mercado organizado, con dispositivos de márgenesy capital para respaldar su integridad".

Así, a diferencia de los forwards, no resulta posible, en vista de su estandarización y negociación en mecanismos organizados, que se establezcan términos y condiciones particulares aplicables a cada agente económico que desee celebrar una operación de este tipo. Por ello, cuando uno se refiere a un contrato de futuros, no se requiere definir algunas condiciones aplicables al mismo, tales como cantidad, calidad, plazo, forma de entrega (“delivery” o “non-delivery”), entre otras, ya que una parte importante de las condiciones aplicables en cada caso forma parte de los términos estandarizados que corresponde a este tipo de operaciones.

No es posible, por tanto, que un agente de
mercado pretenda celebrar un contrato a futuro respecto oro a un plazo de 44 días. En este caso, si desea celebrar un contrato a futuro, deberá tener en cuenta los términos y condiciones de los contratos que se negocian usualmente en el mercado en forma estandarizada (en cuanto a calidad del activo subyacente, el volumen, su plazo de vencimiento, modalidad de entrega, entre otros).

Por ejemplo, podremos hablar de:

(i) un contrato a futuro de petróleo WTIl
en NYMEXI I a noventa días (que equivale necesariamente a 1000
barriles);

(ii) un contrato a futuro de petróleo
“Brent Blend” a noventa días; o,

(iii) un contrato a futuro de maíz a 30 días.

Tal como ha sido expuesto anteriormente, los futuros o contratos a futuro son operaciones similares a los forwards en cuanto a su utilidad, pero que tienen algunas diferencias muy marcadas en lo que se refiere a su funcionamiento y forma de contratación. Entre las principales diferencias existentes, tenemos las siguientes:

a) Los contratos a futuro, a diferencia de los forwards, son negociados necesariamente enmecanismos centralizados de negociación (mecanismos organizados), los cuales se encuentran supervisados y usualmente cuentan con un régimen regulatorio y operativo aplicable a los mismos . En el caso de los forwards, si bien es cierto que se celebran usualmente con empresas del sistema financiero (que son entidades
supervisadas y reguladas), la negociación,
celebración y cumplimiento de los con-
tratos se realiza en forma privada entre las partes.

b) Como lo hemos señalado anteriormente, los términos y condiciones de cada contrato a futuro son fijados en forma estandarizada (en cuanto a la calidad del activo subyacente, el volumen, su plazo de vencimiento, la modalidad de
entrega, entre otros), a diferencia de lo que sucede en el mundo de los forwards, en donde los términos y condiciones de estos contratos son fijados en forma flexible y libre por las partes (son “hechos a la medida del cliente o la
contraparte”).

c) En cuanto a la forma de liquidación, los
contratos a futuro se liquidan necesariamente a través de una cámara de compensación y liquidación, a diferencia de lo que sucede en el caso de los forwards, en donde la liquidación y pago de cada contrato se realiza en forma privada entre las partes.

d) Finalmente, un elemento que resulta
sumamente importante en estas dos
modalidades de derivados radica en el riesgo crediticio asociado a la celebración y cumplimiento de los mismos. Este es el
denominado “riesgo de contraparte”, que no es otra cosa que la posibilidad de que la parte con quien celebremos el derivado, por alguna razón, ya sea voluntaria o involuntaria, seniegue o no pueda cumplir con su prestación convenida al vencimiento del plazo pactado.

En el caso de los contratos a futuro, este riesgo crediticio es reducido en forma importante, teniendo en cuenta que los mismos son celebrados en mecanismos centralizados de negociación, en donde existen una serie de estructuras de garantía, márgenes e inter-
mediarios que reducen este riesgo en forma sustancial.

Ello no sucede, en cambio, en el caso de los forwards, en donde las operaciones se
celebran en forma privada entre las partes, fuera de un mecanismo centralizado de negociación, sin dejar de mencionar que un aspecto que resulta importante y que debe ser considerado también en el caso de los forwards, es que muchos de estos contratos son celebrados con empresas del sistema financiero (hecho que también reduce este riesgo crediticio en forma importante).

3. Opciones
3.1. Concepto

Las opciones como uno de los tipos o clases de derivados no son distintas, en esencia, a los contratos preparatorios que se encuentran regulados por nuestro ordenamiento civil .

La opción, de acuerdo a ello, es un contrato en mérito al cual el titular o beneficiario del mismo adquiere la facultad o el derecho de comprar, en caso así lo desee, determinado activo subyacente (como podría ser, por ejemplo, una cantidad determinada de Dólares Americanos hasta una fecha determinada a un tipo de cambio convenido desde un inicio por las partes). Como contraprestación por el otorgamiento de esta facultad o derecho, el titular o beneficiario del mismo deberá pagar una prima a la entidad o persona que conceda la opción a su favor.
Así, la diferencia más importante entre lo que es una opción y un forward o un futuro se encuentra en el hecho de que, en el caso de las opciones, se trata de contratos definitivos que obligan al titular o beneficiario de la opción sólo en caso que dicho titular o beneficiario lo decida (esto es, que ejerza la opción). A diferencia de ello, en el caso de los forwards o futuros, se trata de un contrato
definitivo, vinculante y obligatorio para las partes que lo celebran, sólo que su cumplimiento y liquidación (settlement) ha sido diferido por un plazo determinado por acuerdo de ambas partes.
En la misma forma que lo hace el Código Civil respecto a las opciones en general14 , en las opciones, como una de las modalidades básicas de los derivados, se requiere que se establezcan con toda precisión y detalle los términos y
condiciones del contrato definitivo o, en todo caso,la forma y procedimiento de su determinación.
Ahora bien, el activo subyacente respecto del cual se puede celebrar una opción puede ser de diverso tipo. De acuerdo con ello, pueden celebrarse opciones sobre diversos activos y derechos, tales como, por ejemplo, acciones u otros instrumentos representativos de capital, bonos u otros
instrumentos representativos de deuda, metales preciosos, materias primas, índices bursátiles, inmuebles o, incluso, sobre otras opciones.

Asimismo, en función a la posición que tenga el titular o beneficiario de la opción, la misma podrá ser una opción call o una opción put.

Estamos ante una opción call, un call option o un call, en el caso de una opción en la que el titular o beneficiario tiene el derecho, mas no la obligación, de comprar o adquirir el activo subyacente por un precio previamente convenido con el titular o propietario del mismo en la fecha establecida para la liquidación (settlement) o durante el plazo de la vigencia de la opción, según la modalidad
aplicable en cada caso.

En contraposición a ello, nos encontraremos ante una opción put, un put option o un put, en el caso de una opción en la que el titular o
beneficiario tiene el derecho, mas no la obligación, de vender o disponer el activo subyacente por un precio previamente convenido con la contraparte interesada en adquirir la titularidad o propieda mismo en la fecha establecida para la liquidación (settlement) o durante el plazo de vigencia de la opción, según la modalidad aplicable en cada caso.

El “activo subyacente” es “el elemento referencial sobre el cual se estructura el Instrumento Financiero Derivado y que puede ser financiero (tasa de interés, tipos de cambio, bonos, índices bursátiles, entre otros), no financiero (productos agrícolas, metales,
petróleo, entre otros) u otro derivado; que tiene existencia actual o de cuya existencia futura existe certeza”. (“Glosario de Términos
vinculados a los Instrumentos Financieros Derivados”. Artículo 23 del Decreto Legislativo 970). 4 COSTA RAN, Luis y Montserrat FONT VILLALTA. “Nuevos Instrumentos Financieros en la estrategia empresarial”. Segunda edición.
Madrid: Esic. 2016. p. 157. 5 Según la definición contenida en la Ley General del Sistema Financiero (Anexo - Glosario), constituyen “riesgos de mercado” la
posibilidad de “tener pérdidas en posiciones dentro y fuera de la hoja del balance, derivadas de los movimientos en los precios de mercado. Se incluye a los riesgos pertenecientes a los instrumentos relacionados con tasas de interés, riesgo cambiario, cotización de las acciones, ‘commodities’ y otros”. 6 Brealey y Myers, al referirse a la finalidad y clases de los derivados con fines de cobertura (y no a los especulativos), sostienen que “la
mayoría de los negocios se cubren para reducir riesgo, no para hacer dinero” (BREALEY, Richard A. y Stewart C. MYERS. “Principios
de Finanzas Corporativas”. Cuarta Edición. Madrid: McGraw-Hill. 2013. p. 765). Coincidiendo con estos autores, que los derivados con fines de cobertura se asemejan mucho a la función y la
utilidad que cumplen los contratos de seguro. Nadie contrata, por ejemplo, un seguro contra incendio para “ganar dinero” o para
hacer un buen negocio, sino que lo hace para poder mitigar o eliminar las potenciales pérdidas que podría sufrir, según sea el caso, ante la ocurrencia de un siniestro (en este caso, un incendio) cuya verificación difícilmente puede controlar. Lo mismo sucede con los
derivados, considerando que las fluctuaciones de los precios de mercado de los distintos activos no pueden ser manejados y controlados por los agentes de mercado.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

INFORME SUNAT MYPE

INFORME N.° 005-2017-SUNAT/7T0000
MATERIA:
En relación con el Régimen Mype Tributario del Impuesto a la Renta (RMT)  establecido por el Decreto Legislativo N.° 1269 y sus normas reglamentarias, se formula las siguientes consultas:

1. ¿Respecto del límite de 1700 unidades impositivas tributarias (UIT), a fin de computar la suma de ingresos netos anuales del contribuyente y sus partes vinculadas, se deberá considerar solo los ingresos de personas jurídicas y/o
personas naturales con negocio domiciliadas que sean generadores de rentas de tercera categoría?

2. ¿A efectos de determinar el límite de 1700 UIT para que un contribuyente pueda acceder al RMT en un determinado ejercicio, deberá considerar la UIT del ejercicio de ingreso al RMT o del ejercicio anterior?

3. ¿Respecto de la declaración del mes de enero, si un contribuyente presenta dicha declaración fuera de los plazos establecidos, o lo hiciere bajo el régimen general y luego rectifica su declaración consignando el RMT, podrá acceder
válidamente al RMT mediante la incorporación de oficio aplicable al ejercicio 2017, o a través del cambio desde el régimen general?

CONCLUSIONES:

En relación con el RMT establecido por el Decreto Legislativo N.° 1269 y sus normas reglamentarias:

1. Respecto del límite de 1700 UIT, a fin de computar la suma de ingresos netos anuales del contribuyente y sus partes vinculadas, se deberá considerar todos los ingresos brutos que califiquen como rentas de tercera categoría a las que
se refiere el artículo 28° de la LIR, deducidas las devoluciones, bonificaciones, descuentos y conceptos similares que respondan a las costumbres de la  plaza, pudiendo ser los sujetos vinculados al contribuyente personas naturales o jurídicas domiciliadas o no, siempre que sean generadores de tales ingresos, debiendo incluirse además en el cálculo, solo para el caso de personas naturales o jurídicas domiciliadas, las rentas de fuente extranjera determinadas de acuerdo con lo dispuesto por el artículo 51° de la LIR.

2. A efectos de determinar el límite de 1700 UIT para que un contribuyente pueda acceder al RMT en un determinado ejercicio, deberá considerarse el valor de la UIT siguiente:

a. La UIT del ejercicio anterior, para el cálculo de los ingresos netos anuales obtenidos por el contribuyente en el ejercicio precedente al de su ingreso al RMT.

b. La UIT del ejercicio en curso, para el cálculo de los ingresos netos anuales que obtiene el contribuyente, y sus partes vinculadas de ser el caso, durante el ejercicio en que ingresa al RMT.

3. Respecto de la declaración del mes de enero:

a. Accederán válidamente al RMT a través de la incorporación de oficio en el ejercicio 2017 los sujetos que no se encuentren en los supuestos del artículo 3° de la Ley del RMT y siempre que sus ingresos netos no superen en el ejercicio el importe establecido en el artículo 1° de la misma norma, aun cuando hayan presentado la declaración del mes de enero en forma extemporánea, o hubieran presentado posteriormente una declaración  jurada rectificatoria consignando el RMT.

b. Si un contribuyente proveniente del régimen general que desea cambiar al RMT presenta la declaración mensual del mes de enero fuera de los plazos establecidos, o lo hiciere bajo el régimen general y luego rectifica su declaración consignando el RMT, podrá acceder válidamente a este régimen, en tanto no incurra en los supuestos previstos en el artículo 3° de
la Ley del RMT.

lunes, 4 de septiembre de 2017

El EVA (Economic Value Added) en empresas que cotizan y no cotizan en Bolsa

EVA

La utilidad como fuente de valor

En la anterior entrega —El concepto del EVA: Si una empresa obtiene una utilidad de US$ 30 millones, ¿realmente está ganando?— se analizó la relación entre la utilidad y la utilidad mínima esperada frente a la inversión de los accionistas –representada por el patrimonio contable–, tomando como supuesto simplificador de que el valor financiero del patrimonio inicial era igual al patrimonio contable, que luego se valorizaba según escenarios de utilidad. La posibilidad de esta igualdad es remota, pero fue útil para explicar los conceptos básicos del EVA y la influencia de la utilidad en el valor financiero del patrimonio de los accionistas. Ahora se analizarán las exigencias de utilidad que establecerán los accionistas frente a valores de mercado del patrimonio, primero analizando el valor de las empresas en la bolsa de valores y luego el valor del patrimonio de empresas fuera de bolsa.

Capitalización de mercado

El derecho que tienen los accionistas sobre sus inversiones se registra en el patrimonio; sin embargo, ese registro difiere del valor de mercado de la empresa debido a que los accionistas valoran su patrimonio en función de las utilidades que genera el negocio, así que el valor financiero del patrimonio puede ser mayor o menor que el patrimonio contable: si es mayor, sugiere que se ha generado valor en la empresa; por el contrario, si es menor, significa que se está perdiendo valor.

En el ejemplo anterior,  la empresa Aqua Sud tenía un patrimonio de US$ 800 millones que –para tener una estructura simple– se conforma por resultados acumulados (US$ 450 millones) y capital social (US$ 350 millones). Los US$ 350 millones del capital social están integrados por 350 millones de acciones con un precio en libros de US$ 1 por acción; este valor es referencial y útil para expresar el capital social, pero el valor de la acción se definirá en el mercado y dependerá de la utilidad que genere el negocio.

Si la empresa cotiza en la bolsa de valores, en el mercado se formará el valor o precio por acción, el cual multiplicado por el número de acciones nos dará la capitalización de mercado de la empresa, que es el valor financiero del patrimonio a precios de mercado o de bolsa. Suponiendo que la cotización o precio por acción es US$ 4.1, y multiplicado por 350 millones de acciones, establecerá una capitalización de mercado de la empresa igual a US$ 1,435 millones.

Capitalización de mercado = N° de acciones * Precio de una acción

Capitalización de mercado = 350 millones de acciones * US$ 4.1

Capitalización de mercado = US$ 1,435  millones.

 Entonces, el valor financiero del patrimonio de la empresa en el mercado es US$ 1,435 millones, que muestra que en el negocio se ha generado un valor agregado o goodwill de US$ 635 millones respecto al patrimonio contable (US$ 1,435 millones menos US$ 800 millones).

La utilidad como fuente de valor en empresas que cotizan en bolsa

Los accionistas de una empresa en la bolsa compran y venden acciones de la empresa a precios cotizados en el momento de la adquisición, este movimiento de oferta y demanda implica una fluctuación constante del precio por acción.

Un aspecto importante a notar es que los distintos actores –nuevos accionistas que compran o accionistas que dejan de serlo al vender sus acciones– están valorizando el precio por acción en forma permanente, lo cual tiene sustento ulterior en dos variables fundamentales: la utilidad que genera el negocio y el rendimiento esperado por los accionistas, cuyas fórmulas se utilizan como la relación entre el precio y la utilidad (PER: Price/Earning Ratio) y dependen igualmente de las dos variables mencionadas.

Como ejemplo de lo mencionado, se supondrá que el costo de capital o rendimiento esperado de los accionistas de la empresa que cotiza en bolsa es 10%; es decir, para mantener la misma capitalización de mercado, la empresa debe generar una utilidad mínima igual a la capitalización de mercado multiplicada por el costo de capital de accionistas (10%). Nótese que no se está utilizando el patrimonio contable.

Utilidad Mínima = Capitalización de Mercado * Ke

Utilidad Mínima = US$ 1,435 millones * 10%

Utilidad Mínima = US$ 143.5 millones

Esto significa que la empresa debe obtener por lo menos US$ 143.5 millones de utilidad para sostener la capitalización de mercado o valor financiero del patrimonio en el mercado. Si de pronto se tiene la expectativa de que la empresa generará una utilidad mayor debido, por ejemplo, al desarrollo de nuevos proyectos (que permitan un incremento de los ingresos) o a una reforma de la organización (que signifique una reducción de costos), se generará una mayor capitalización de mercado y, en consecuencia, se incrementará el precio por acción.

Si en base a un análisis financiero de la empresa se espera que esta genere una utilidad de US$ 155 millones, entonces, se tendrá un EVA positivo de US$ 11.5 millones (US$ 155 millones menos US$ 143.5 millones) y que significará que la capitalización de mercado se incremente a US$ 1,550 millones.

Capitalización de Mercado Esperada = Utilidad Esperada / Ke

Capitalización de Mercado Esperada = US$ 155 millones / 10%

Capitalización de Mercado Esperada = US$ 1,550 millones

El incremento de la capitalización significará a su vez que el precio por acción se incrementará de US$ 4.1 a US$ 4.43.

Precio por acción = Capitalización de Mercado Esperada / N° de acciones

               Precio por acción = US$ 1,550 millones / 350 millones de acciones

Precio por acción = US$ 4.43

Con las relaciones anteriores se puede ratificar la idea de que el precio de las acciones en el mercado de capitales depende de las utilidades esperadas a generar por la empresa. Así, si se tiene expectativas de que los ingresos se incrementarán y/o los costos se reducirán, de tal manera que determinen un incremento de las utilidades, se traducirá en una valoración mayor del precio por acción y una inclinación de los inversionistas a comprar las acciones. En cambio, si se tiene expectativas de que los ingresos se reducirán y/o los costos se incrementarán, implicará que se espera un descenso de las utilidades que se traducirá en una valoración menor del precio por acción y una inclinación a que los accionistas vendan sus acciones.

La valorización en una empresa fuera de bolsa

Si la empresa no cotizara en bolsa, también se formaría un precio de mercado (que diferiría del valor contable y podría ser mayor o menor en función de las utilidades que se vayan generando) por lo que es importante ver la diferencia de exigencias de utilidad de las empresas que cotizan en bolsa frente a las que no cotizan.



Interés sobre Rumanía

Ambos, Rusia y George Soros, son figuras que a menudo son mencionadas en el contexto de las elecciones rumanas, pero con intereses y percepc...